EXPEDICIÓN
RELÁMPAGO AL TEIDE
"Si el Teide tiene toca, recoge la ropa"
(dicho popular)
INTRODUCCIÓN
Durante
la Semana Santa, nueve inquietos expedicionarios, Edu, Belén, Irene, Luismi,
Luis, Javier, Miguel, Óscar y Santiago como jefe de expedición, cambiamos los
hábitos devotos propios de estas fechas, con sus procesiones, su ambiente
místico y las limonadas del Húmedo leonés. En esta ocasión nosotros preferimos
ascender el Teide que con sus 3718 m es la cima más alta de España.
Las
Islas Canarias o Islas Afortunadas
son lugar de esparcimiento y bullicio sin parangón en los meses estivales. Buena
prueba de ello son los millones de visitantes de todo el mundo que acuden
anualmente a sus instalaciones hoteleras, a sus playas y ¿cómo no? a sus
Parques Nacionales, algunos de acreditado interés turístico mundial. Es el caso
del Parque Nacional del Teide que fue
declarado Patrimonio de la Humanidad el 28 de junio del 2007 en Christchurch
(Nueva Zelanda).
Según
las investigaciones arqueológicas sus primeros
visitantes fueros tartesios, fenicios, eubeos y etruscos. En el caso del
Teide, los navegantes de estas civilizaciones lo usaron rápidamente como punto
de referencia en sus rutas comerciales pues su diamantina figura se puede
apreciar a más de 200 km de distancia.
Como
toda gran montaña, el Teide al igual
que el monte Olimpo de Grecia, el Everest, o el Mont Blanc, conserva un origen
sagrado en sus reminiscencias mitológicas. Los aborígenes guanches lo llamaron
Echeyde que venía a significar infierno, y la posterior castellanización
propició el nombre con el que lo conocemos hoy en día: Teide.
Los
primeros mapas del archipiélago los
realiza una expedición científica francesa donde cabe destacar a Jean Charles de Borda quien en 1771 consigue la
primera medición fiable del Teide: 3713 m utilizando una precisa triangulación.
Un poco más tarde en 1799 el explorador y científico alemán Alexander von Humboldt visita nuestras islas y
elabora su obra “Viaje a las Islas Canarias”. En fechas bastante más recientes
el Instituto Geográfico Nacional estima su altitud en 3718 m sobre el nivel del
mar.
La
primera ascensión de un europeo podría
datarse en 1582 y se atribuye a Sir Edmund Scory. Pero la primera mejor
documentada se produjo en 1646 o 1650,
según las fuentes, y fue realizada por los británicos
Philips Ward, John Webber,
John Cowling, Thomas
Bridges, George Cove y un tal Clappham.
En nuestros días miles de personas llegan a la cima
utilizando la carretera y el teleférico que casi los deja en la cumbre, pero
como comentábamos al principio, nosotros hicimos cima en el techo de España siguiendo
una ruta “limpia”. Partimos de la cota 0 m al nivel del mar y sin retroceso la
primera jornada llegamos hasta el refugio a más de 3200 m para al día siguiente
alcanzar la cima.
ORIGEN DEL TEIDE
Actualmente
el Teide es el tercer volcán más importante y elevado de la superficie
terrestre, tras el Mauna Loa y el Mauna Kea, si lo consideramos desde su base
submarina. Su última erupción se remonta a finales del siglo XV.
La formación de la isla de Tenerife (hace
unos 10 millones de años) se produjo a partir de erupciones submarinas que
fluyeron a través de fracturas en el basamento oceánico. Estas erupciones
produjeron una acumulación de coladas de lava almohadillada que elevaron el
conjunto desde el fondo oceánico hasta el nivel del mar.
La
primera etapa de formación del Teide (entre
hace 10 y 5 millones de años), discurre durante el Mioceno y
principios del Plioceno,.
En la parte emergida se formaron tres
grandes volcanes en escudo que vertieron sus coladas en todas direcciones y
que en la actualidad se hallan muy erosionados. Son los macizos de Anaga,
Teno y Adeje.
La
segunda etapa (entre hace 5 y 4
millones de años), se caracteriza por un cese
de la actividad volcánica de los tres macizos. Los agentes erosivos como el
viento y la lluvia, comenzaron a desmantelar los escudos volcánicos previamente
formados. La red de drenaje comenzó a formarse y se creó gran parte de los
barrancos que se pueden observar en Tenerife.
La
tercera etapa (hace 4 millones de
años), comienza con un nuevo periodo volcánico que construye el edificio
volcánico conocido como Edificio Cañadas
que creció unificando todos los macizos creados en la primera etapa. Esta
estructura pudo alcanzar 40 km de diámetro y 4500 m de altura sobre el nivel
del mar.
La
cuarta etapa (hace 3 millones de
años), comenzó con la destrucción del
Edificio Cañadas por colapso o por deslizamiento gravitacional. Sobre los
restos de este edificio comenzó a gestarse un nuevo volcán conocido como Edificio
Cañadas I entre 3,5 y 2,7 millones de años. Sobre sus restos se inicia la
construcción de un nuevo edificio volcánico, el Edificio Cañadas II,
entre 2,4 y 1,3 millones de años. De nuevo, tras su destrucción, surgió el Edificio Cañadas III, con una edad aproximada entre 1,2 y 0,18 millones
de años. Estos episodios destructivos sucesivos han generado progresivamente la
forma actual de la depresión de Las
Cañadas. La destrucción de cada uno de los edificios volcánicos ha podido
ser por colapso o por deslizamiento gravitacional según los diferentes autores.
La
quinta etapa de formación del Teide
(hace 180 000 años) comienza con un enorme deslizamiento geológico hacia el
Norte, que generó una depresión de 16 km en dirección E-W y 9 km en dirección
N-S y que configuró la actual Caldera de Las Cañadas.
A partir de entonces, se iniciará la construcción
de los estratovolcanes Teide-Pico Viejo en la mitad norte de la caldera, que
continúa en la actualidad.
LA RUTA
La ruta
seguida por los grandes naturalistas del siglo XVIII y XIX para subir al Teide fue
el Camino de Chasna. Saliendo de la
Villa de la Orotava o del Puerto de la Cruz se llega hasta el Portillo, lugar
de entrada al circo de Las Cañadas del Teide. Con el tiempo este camino se dejó
de utilizar y actualmente habría que recuperarlo y señalizarlo.
Nosotros realizamos una ruta más corta y directa, llamada por algunos la "cero-cuatro" pues se hacen
casi 4000 m de desnivel. Se empieza mojando las botas en el Atlántico, en la
Playa del Socorro, en Los Realejos. Después sube hasta los 2080 m en un
recorrido de 14 km por la Ladera de Tigaiga, que es el escarpado borde oeste
del Valle de La Orotava. Luego recorre 7 km atravesando la caldera volcánica de
Las Cañadas hasta llegar a los 2530 m en Montaña Blanca donde tras fuerte
subida llega al refugio de Altavista a 3259 m, habiendo recorrido unos 26 km en
total con un desnivel de 3259 m. Desde aquí sólo queda hacer cumbre y bajar
hasta la carretera para coger la guagua, que es como aquí llaman a los
autobuses.
DESCRIPCIÓN DE NUESTRA RUTA
A
continuación se describe a grandes rasgos esta ruta conocida como “ascensión desde la Playa del Socorro” no
se comentan los detalles dado que serían imprecisos y pueden dar lugar a error.
La señalización es escasa y lo más idóneo es el GPS que, junto con las
indicaciones de los lugareños fue lo más viable para orientarnos. Así en un
momento de duda en las numerosas pistas de la Tigaiga un grupo de jóvenes
descendiendo en “mountain bike” nos indicó el camino correcto.
Tras
nuestra llegada nos alojamos en el hotel rural La Orotava de la villa homónima. Aprovechamos la tarde para visitar
la ciudad y ver algunas de las procesiones que se prolongan hasta bien entrada
la tarde. El tiempo está lluvioso y durante la noche el aguacero arrecia.
Al
día siguiente nos desplazamos en taxi hasta la Playa del Socorro (000 m). Son las 07:15 de la madrugada y amanece
mientras subimos hasta la carretera TF-5. La atravesamos y por una pista de
tierra ascendemos hasta el barrio de
Tigaiga (290 m).
Seguimos
por el empedrado camino de las Vueltas
de Icod el Alto, hasta la carretera superior a Icod. Por ella llegamos al mirador de El Lance (550 m) con su pintoresca escultura. Retrocediendo de nuevo unos
metros por la carretera tomamos una vereda que nos sube hasta las casas. Primero
por las calles que ascienden y luego por la pista de tierra llegamos hasta el mirador de La Corona (780 m), fácil de
identificar por las antenas y el vértice geodésico.
Continuamos
subiendo hasta la Fuente de Pedro,
último lugar donde puede recogerse agua, aunque recomendamos ir provistos para
toda la travesía. Enseguida llegamos a la
Antena del Asomadero (1075 m) y a partir de aquí seguimos las pistas
forestales que tengan la máxima pendiente.
Pasamos
por el cruce de caminos y los restos de la choza de piedra de los Pastores en Chanajiga (1600 m). Enseguida veremos
una pequeña construcción religiosa. Continuamos sin separarnos mucho del filo
del valle y vamos ganando altura por el filo de la Tigaiga hasta los 2050 m de
altitud, donde la pista empieza a separarse del valle en dirección al collado o
Degollada del Cedro (2085 m). Aquí al
lado de la capilla de color blanco comemos bajo los riscos de la Fortaleza. Las
vistas al Llano de las Brujas, la Montaña blanca y el Teide son alentadoras.
Descendemos
al Llano de las Brujas (2040 m), una
extensión arenosa sin vegetación, y dejando el murallón de La Fortaleza,
primero a nuestra derecha y después a nuestras espaldas, continuamos entre la
niebla guiados por el GPS.
En la Cañada
de los Guancheros retomamos la vereda que poco a poco asciende hasta encontrar
la Pista de acceso a la base del Teide
(2530 m), sobre la ladera de Montaña
Blanca. Poco después pasamos por una zona con grandes esferas de lava de
color negro, son los Huevos del Teide,
formados por acreción al rodar la lava solidificada ladera abajo sobre la
colada, como una bola de nieve.
Llegando
a un cartel que te advierte de la necesidad del permiso, iniciamos el Sendero de Altavista (2720 m), zigzagueante
y pedregoso, hasta alcanzar el refugio.
Durante la subida el Sol se pone tras la montaña y su sombra proyecta la típica
silueta triangular que ya hemos observado en otros volcanes. A la vez el cielo
se va tiñendo de tonos violetas sobre un extenso mar de nubes. Hoy tenemos Luna
llena y su disco anaranjado va ganando altura y aclarando su color.
En
el refugio de Altavista (3270 m)
cenamos y pasamos la noche. Aquí no sirven comida y solo encontramos una
máquina expendedora de bebidas por lo que conviene subir con todos los víveres
que se puedan necesitar. A esta altitud el cielo es tan claro que durante la
noche podemos ver las constelaciones a pesar de la claridad de la Luna llena.
Al
amanecer del siguiente día la luz nos ofrece un nuevo espectáculo: sale el Sol
sobre el mar de nubes, invadiendo un cielo rojizo que poco a poco se va
aclarando pasando por tonos anaranjados hasta llegar al intenso azul típico de
etas altitudes. Iniciamos el ascenso continuando por el sendero de Altavista por detrás del refugio, hasta llegar al mirador de La Fortaleza (3500 m). En
este lugar varias fumarolas expulsan vapor caliente a la atmósfera y la
actividad volcánica se hace evidente.
Desde
aquí se inicia una subida más suave entre un paisaje caótico de rocas y
formaciones volcánicas hacia La Rambleta
(3550 m), donde encontramos la estación superior del teleférico del Teide y la casa de los guardaparques. A partir de
aquí el acceso es restringido, tenemos el permiso hacia las 11h pero como no
hay nadie iniciamos la subida por el sendero
Telésforo Bravo hacia la cumbre y en unos 30 minutos llegamos a la cima del Teide (3718 m). Aquí la
actividad volcánica es más evidente con fumarolas que depositan azufre en la
roca. El fuerte viento y la niebla helada impiden que tengamos una buena vista,
a la vez que nos van cubriendo de escarcha por lo que tras las fotos de cumbre
nos bajamos a zonas más remansadas.
Volvemos
por Altavista bajando hasta la pista de Montaña Blanca, que rodeándola
nos lleva hacia el Sur hasta el aparcamiento
de La Pizarra (2340 m), donde tomamos la guagua, autobús que nos llevará de
nuevo a La Orotava, bajo el mar de
nubes y donde llueve copiosamente. Al día siguiente volaremos de nuevo hasta la
Península con el objetivo cumplido.
Guión- Javier Fernández López
Fotografía- Óscar Díez Higuera