EL CRUCE DE LOS ANDES DEL GENERAL SAN MARTÍN
“Lo que no me deja dormir es, no la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes”
General D. José de San Martín
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Panorámica hacia las cumbres por las que discurre el Paso de los Andes |
El 17 de enero de 1817 quedaría en los anales de la historia de Argentina y Sudamérica. El General San Martín encabeza la vanguardia del Ejercito de Los Andes, en una maniobra de distracción y en el contexto de la Guerra de Independencia Hispanoamericana. Son seis columnas las que atraviesan la Cordillera, la principal por el denominado “Paso de los Patos”, y este hecho quedará inmortalizado como el “Cruce de Los Andes” o “Ruta Sanmartiniana”.
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El General San Martín en Las Hornillas |
El general D. José de San Martín nace en Yapeyú, Argentina, en 1778 siendo sus padres palentinos. Cuando tenía 6 años la familia viaja a España instalándose en Cádiz y después en Málaga. Inicia su formación castrense en el Regimiento de Murcia y su carrera militar es frenética.
Combatió en el norte de África, contra los portugueses en la Guerra de las Naranjas, contra los franceses en Los Pirineos, durante la Guerra de la Independencia española participa en la batalla de Bailén. Con el rango de coronel de caballería, se ve fuertemente influido por los brotes revolucionarios que se producen en Caracas y Buenos Aires. Finalmente regresa a Argentina decidido a luchar por la independencia Sudamericana, haciendo frente al ejército Realista.
Ya en Mendoza dispone todo lo necesario para formar lo que se dio en llamar el “Ejercito de Los Andes”. San Martín entiende la dificultad de entablar batalla en el Alto Perú y que debe ocupar Lima para terminar la Guerra de Independencia de una forma definitiva y a una escala continental. La maniobra es cruzar Los Andes por donde no se lo esperan los Realistas, ir al encuentro de Bernardo O`Higgins, liberando Chile y avanzar hasta Lima. Encabeza la columna principal, que está compuesta por 5.000 hombres, entre ellos 100 baqueanos conocedores del terreno, 10.000 mulas, 1.200 caballos con todos sus pertrechos, fusilería, artillería, munición y en retaguardia un contingente de mujeres, se calculan unas 300, encargadas del aspecto logístico, principalmente los víveres.
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Los baqueanos en Barreal |
DE EXPEDICIÓN MILITAR A RECORRIDO DEPORTIVO
Hace más de 200 años San Martín emprendió la expedición desde Mendoza hasta Chile en 18 días (comparable a las expediciones de Aníbal en Los Alpes o Napoleón en Rusia) pero hoy en día se explota comercialmente y desde el bicentenario va ganando popularidad y adeptos.
En Mendoza, San Juan y Barreal existen empresas que con un elevado precio, entre 1200 y 2000 euros, disponen de un despliegue de medios abundante, caballerías, campamentos montados, cocina… dando servicio hasta a 60 expedicionarios. Óscar y yo tanteamos todas las posibilidades durante dos días y llegamos a la conclusión de que se puede contratar un baqueano, hábil con las caballerías y conocedor de los caminos, consiguiendo unos precios más asequibles, aunque también en condiciones más básicas, aportando de nuestra parte la tienda de campaña y los víveres, pero siendo totalmente independientes.
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De Las Hornillas a El Peñón |
Primer día: de Las Hornillas a El Peñón
Son la 7 de la mañana, 2 de febrero del 2023, verano en el hemisferio austral. Partimos de la localidad de Barrreal al pie de la Cordillera, al Oeste de San Juan. El todoterreno nos deja en Las Hornillas, lugar donde San Martín arengó a sus tropas para la campaña que se disponían a emprender. Durante la noche, Agustín, llamado “Coco”, nuestro guía y baqueano, se trasladó con los caballos: tres silleros con las monturas y dos cargueros con albardas para la carga.
Iniciamos la ruta. En esta ocasión dejamos a un lado el arnés, el piolet y los crampones y sobre sus lomos, serán los cuadrúpedos nuestros compañeros de aventura. Las pendientes iniciales son suaves, vamos ganando altura y disfrutando el paisaje. Somos jinetes diminutos en la vasta Cordillera de Los Andes. Dos horas más tarde, tras cruzar el paraje de Los Manantiales, perdemos los caminos y la travesía se angosta y se hace más salvaje. El tiempo nos acompaña, poca vegetación, cruce de riachuelos, paisaje mutante, son 6 horas a caballo y parada en El Peñón, bajo un peñasco con oquedades para cobijarse y encender lumbre. Así finaliza la primera jornada y reponemos fuerzas.
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De El Peñón a Refugio Sardina: El Espinacito |
Segundo día: de El Peñón al Refugio Sardina
Los rayos anaranjados del sol empiezan a lamer las dorsales andinas y pronto habrá desflorado toda la cordillera como un espejo de luz.
En cuanto el sol eleva la temperatura de la tienda, el baqueano comienza la labor de ensillamiento y carga. Este día tenemos 9 horas por delante con el máximo desnivel. Tras serpentear por un arroyo el valle se abre dando paso a las Trincheras de Soler, lugar también conocido como Las Frías. En este lugar San Martín dispuso una serie de excavaciones a modo de parapetos en caso de que los Realistas le estuvieran esperando y fuera necesario replegarse. Tiene un refugio metálico, más o menos en estado de abandono.
Continuamos el ascenso y empieza al lloviznar, son 3500 m de altitud, los caballos disminuyen la marcha y finalizando la subida llegamos a un punto emblemático, el Paso de El Espinacito a 4480 m. El día despeja y la visión del Aconcagua y de las cumbres del Cerro Mercedario nos advierten de su presencia, como si profanáramos Los Andes. Desmontamos y las fotos se suceden, algunas con el logotipo del Club de Montaña en un lugar lleno de historia.
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Mapa de nuestro recorrido: Camino de Los Patos |
Nos imaginamos hace 200 años estas quebradas con miles de soldados a pie portando sus pertrechos, las mulas con la artillería desarmada, municiones, víveres etc.
Iniciamos un descenso vertiginoso, en expediciones más numerosas algunas personas bajan del caballo y lo hacen a pie. Mantenemos las piernas con fuerza sobre los estribos, pasan las horas y estamos algo cansados. Se ve el final de la garganta entrando en el valle de Los Patos Sur, con un fondo verde que parece la entrada al mar… ¡qué contrastes tienen los Andes!... Girando a nuestra derecha se abre la llanura del valle, en 4 o 5 km alcanzamos el Refugio Ingeniero Sardina. Su nombre es en honor a Dagoberto Antonio Sardina, un ingeniero que trabajaba en Hidrología y Nivología, que falleció en 1953 por un alud. Una de las empresas de Barreal tiene aquí preparado el campamento al que en pocos días llegarán los clientes, son unas 20 carpas aún vacías y nos alegramos de no encontrar aglomeraciones… disfrutamos de la soledad y de realizar la travesía de forma “más auténtica”...
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Vista del Aconcagua desde el Valle Hermoso |
Tercer día: del Refugio Sardina al Paso de Valle Hermoso (“El Límite”)
Amanece y saliendo de la tienda asoma tímidamente el sol multiplicando los matices, peinando el horizonte y perfilando las cumbres. Es el día culmen.
En esta cordillera se pueden encontrar las 4 estaciones en un solo día. El otoño cuando amanece, primavera al medio día, verano en la sobremesa, a la hora de la siesta e invierno en la fría noche. Fue aquí donde San Martín aprovechó para descansar, con pastos abundantes los animales podían andar y alimentarse.
Siguiendo el amplio valle de Los Patos Sur cabalgamos por el lado derecho en las últimas estribaciones, ascendiendo progresivamente y con el Aconcagua en lontananza nos vienen inevitablemente recuerdos: aquel enero del 2004 en el que lo ascendimos durante la expedición Camino Jiménez.
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Paso de Valle Hermoso: S Martín y O´Higgins |
Desviándonos a la derecha y subiendo por Valle Hermoso, alcanzamos el paso. Es una planicie en la que se produce el histórico encuentro entre San Martín y O`Higgins. En el lugar, conocido como “El Límite”, junto a los bustos de los dos personajes hay una pequeña estructura de piedras resquebrajadas por el paso del tiempo y un montón de placas conmemorativas desperdigadas por el suelo. Para ser un baluarte histórico de las dos naciones deja bastante que desear… No es posible pasar a Chile, la normativa actual obliga al ganado a guardar cuarentena debido a conflictos anteriores por enfermedades de los equinos.
Regresamos al Refugio Sardina, donde una botella de vino y unas milanesas a la brasa compartidas con el baqueano culminan nuestra singladura.
Los días 4 y 5 son para el regreso, que realizaremos por un lugar diferente, el Paso de La Quebrada Honda, de nuevo ascendiendo hasta sus 4350 m y con una impresionante bajada hacia las Trincheras de Soler para llegar a El Peñón donde descansaremos. El quinto día llegaremos a Las Hornillas donde nuestro baqueano se despide llevándose las caballerías hacia Barreal y donde nosotros dormiremos esperando al todoterreno que nos recogerá al día siguiente.
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Vistas desde el Paso de la Quebrada Honda |
Resulta curioso que en la expedición de San Martín de las 600 reses que iniciaron la marcha, ninguna llego a Chile, fueron “faenadas” por el camino. Después de 18 días de travesía, por los diferentes pasos, y reunido de nuevo el Ejercito de Los Andes, se desarrolla la Batalla de Chacabuco, con apretada victoria sobre las fuerzas Realistas, abriendo así el camino de la liberación hacia Santiago de Chile.
En este caso ha sido una expedición ecuestre por Los Andes, en ningún momento rutinaria, todo lo contrario... También el Cruce de Los Andes se conoce como “Ruta a la Libertad”, libertad que trasmiten estos parajes y que de verdad hemos sentido en estado puro. Se lo recomendamos a cualquiera. Se lo dicen dos exploradores andinos.
Guion: Javier Fernández López.
(Miembro de la Sección de Montaña de la Casa Asturias en León)
Fotografía: Óscar Díez Higuera.
(Miembro del Club de Montaña Fuentes Carrionas en Palencia)
MÁS FOTOS Y VIDEOS A CONTINUACIÓN
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Nuestros recorridos por la zona |
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Recorrido del General San Martín, de Mendoza a Chacabuco |
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Herrando a las caballerías en Barreal |
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Saliendo de Barreal con el todoterreno |
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...lo normal... |
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Río de Los Patos en Las Hornillas |
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Preparando las monturas y la carga |
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Hacia El Peñón por Manantiales |
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Campamento de El Peñón |
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Hacia El Espinacito |
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Coco usando las boleadoras |
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Paso de El Espinacito |
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San Martín en El Espinacito (Óleo de Fidel Roig) |
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Vista hacia La Mesa del Mercedario |
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Bajada de El Espinacito |
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Al fondo el Refugio Sardina |
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Atardecer en el Refugio Ingeniero Sardina |
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Hacia Valle Hermoso |
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Nuestro guía y baqueano Coco |
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El Aconcagua al fondo |
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Llegada al Paso de Valle Hermoso |
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Celebración en el Refugio Sardina |
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Hacia el Paso de la Quebrada Honda encontramos la primera expedición comercial |
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Campamento a la espera de los clientes |
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Subida hacia el Paso de la Quebrada Honda |
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Vista hacia La Mesa del Mercedario y el Cerro Alma Negra |
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La vertiginosa bajada hacia la quebrada |
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De El Peñón a Las Hornillas |
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Las Hornillas |
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Asado argentino en "El Refugio de Charlie" en Barreal |
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Oleo de Tomás Ignacio del Villar |
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Óleo de Julio Vila y Prades |
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Catalejo y sable de San Martín |
Las expediciones militares del pasado tuvieron su ser y si hacer. Por otra parte, parce que habéis descubierto la dureza de ese tipo de recorridos, largos y duros, por terrenos agrestes e inhóspitos. Buen reportaje fotográfico. Gracias
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarGracias a ti por apreciarlo.
Ciertamente el pasar largas jornadas a caballo con todo lo necesario para sobrevivir en estos parajes exige bastante aguante, y si la meteorología se endurece, más aun... Nosotros lo organizamos por nuestra cuenta y estuvimos solos durante todo el recorrido viviendo la experiencia de una forma más parecida a la original. Creo que de haberlo contratado con una agencia y en grupo a nosotros en particular no nos hubiera gustado tanto.
Somos andinistas desde hace muchos años y hemos subido las cumbres de los Andes siempre intentando hacerlo "por nuestra cuenta" así que estamos acostumbrados a las "incomodidades" que supone hacerlo así.
Saludos.
Excelente tu trabajo, muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminar_____________________________________________________
Me viajar en los autobuses de lujo de ETN